14.4.05

Corte

Hoy me corté con un cuchillo mientras lavaba los platos. Una pavada, una cosita de nada; pero me pica, me arde, me estremece, me hace recuperar la conciencia de mi dedo mayor.
Entonces pienso en las películas, en esas escenas de espadas y cuchillos en las que la carne se abre en dos, brota la sangre a borbotones y se escuchan gritos desgarrados.
Creo que nunca serán lo suficientemente realistas como para hacernos creer el verdadero dolor de una herida de semejante magnitud.

10.4.05

Qué pasó en el mundo mientras se moría el Papa

¿Qué pasó en el mundo mientras se morían el Papa y Rainiero y se casaban Juan Carlos y Camila?
¿Qué hacía Mr. Bush además de asistir a los funerales? Seguro que tuvo tiempo para cometer u organizar alguna de sus atrocidades. ¿Qué hacía Zapatero? ¿Y Kirchner? Quiero decir, además de los correspondientes pésames.
¿Qué hacía la gente en Africa, América, Asia, Europa y Oceanía?. ¿En qué hemos mejorado y empeorado? ¿Qué nuevo peligro hemos creado? ¿De cuál nos hemos salvado?
Demasiadas preguntas cuyas respuestas nunca conoceremos.

9.4.05

La respuesta está en el aire

La respuesta está en el aire. Cada día me convenzo más y le encuentro más verdades a esta simple idea.
Está delante nuestro, mirándonos muerta de risa.
Esta disponible para todos, lo sepan o no. muchas veces no sabemos verla, pero no podemos dejar de respirarla.
Pasamos a través de ella sin darnos cuenta. Pero a veces... ¡Ay, a veces! Nos roza y los poros se enteran todos, cada uno de ellos, de que allí está, de que allí estamos.
Yo no puedo gritar más alto lo que siento y creo, pero sé que el aire hará su trabajo polinizador.

6.4.05

Utopías

El mundo exterior se muestra poco permeable. Yo no digo que no haya manera de entrar, sino que las hendijas están ocultas detrás de bosques espesos o montañas infranqueables o algo así. Resulta similar a la lucha por la fecundación del óvulo. Sólo uno de miles logra encontrar la puerta. Dudo que yo sea el elegido.
El mundo interior no resulta más amigable. Al dirigir una mirada de reojo a mis entrañas la personalidad me devuelve una sacudida a 220v, como de repulsa, como de manotazo desesperado.
Entonces, aquí me quedo, en la nada, en el esqueleto que me identifica de vistas a la calle. Aquí, donde sé que estoy, aunque no importe cómo. Me veo en el espejo y los demás me ven y parece que estoy bien sea como sea. Voy, vengo y hago. Me canso y descanso un poco. Me siento relativamente satisfecha con la realidad una buena parte del tiempo.
A veces, no tengo el coraje para sacar ni meter la mano y ver si llueve. No pienso asomar la nariz ni para un lado ni para el otro.
Lo he intentado, debo decir; y no ha habido buenas experiencias. Y lo cierto es que acá en puro esqueleto me aburro, me quemo, me consumo y me hago cenizas. No estoy bien, pero eso nadie lo ve.
Ya lo he intentado… más de una vez… No, no estoy bien.
Cogeré mi corazón abrujulado y mis binoculares rosas e intentaré una vez más la exploración. El maputópico está guardado desde hace tiempo en mi memoria y sé hacia dónde está mi deseo, aunque aún no vea claro el camino.
Algo he aprendido y es que no puedo, ni quiero, ir sola. Esto se hace de a muchos o no se puede hacer.

Quién está ahí?

¿Quién está del otro lado?
¿A alguien le interesa lo que digo? ¿Qué quieren escuchar?
No pienso escribir lo que quieren escuchar, a menos que quieran escuchar lo que pienso escribir.
En ese caso, la magia sucedería.
Todavía sueño con cambiar el mundo y que el mundo sueñe. Sueño que se cumplan los buenos sueños y que la gente los renueve.
¿Podré hacer algo con todo esto?
A lo mejor ya lo hago y no me doy cuenta, como el nene de Cadena de favores. Espero que no me maten de un navajazo. Espero poder hacer algo mejor.
¿Ambiciosa? Sí, ya lo saben.
Después de un período de niebla, vuelvo a renovar los sueños. Y parece que será así como viviré refaccionando la esperanza.
Esto de los treinta...

1.4.05

He tenido algunos problemas técnicos para publicar en los últimos días; pero superados estos, aquí estamos, mis sueños y yo, todavía!