21.2.08

Desconcierto de conciencia

Me instalo con mi séquito de mochilas y bolsas en
el bar. Me pido un café. Miro la
hora. Suspiro. Cojo el cuaderno y el
bolígrafo. Aquí deben poder escribirse
cosas lindas; ls hojas son acolcha-
ditas, de papel reciclado. Alto.
Hecho azúcar en el café. Revuelvo
un poco. ¡Qué pesada es la cucharita!
"Se acabó", pienso. Ahora no sé qué
escribir. Con las ganas que tenía...
Pienso que esto será para el blog, o igual
podría continuar con la otra idea, la de
Rajoy y sus convenientes desvaríos...
Se escribirán cosas lindas, pero la letra
me queda horrible; y las hojas... no caben
más de 5 ó 6 palabras por renglón.
Vuelvo a revolver otro poco. Sigo mientras
se enfría. ya no sé si la acción inspira
al texto o el texto guía la acción.
Es que yo controlo todo o tal vez me
esté sumergiendo en el caos...

Doy vuelta la hoja (en la línea
anterior, en "esté sumergiendo"). De este
lado hay menos hojas, menos acolchado,
la letra va un poco mejor.
Bebo un sorbo. pienso "Miraré la hora".
Lo escribo. La miro. Lo escribo. No me
acuerdo qué hora era. "¡Mierda!". Tendré
que volver a mirar. Lo hago. 18:51. Lo
escribo para no olvidarme.
Más café. A ver cuándo llegan las chicas.
A ver si hoy terminamos temprano que todavía
queda mucho por hacer en casa.
Pienso mientras escribo, pero la cabeza va más
rápido que la mano. Temo olvidarme
de la idea en la mitad si no me concentro.
Le mando un SMS a Stella, que Sofía no
viene, que no traiga a Larisa. "¡A quién le
importa eso!", pienso, escribo. Lo de siempre,
nada que decir. O mejor dicho, ganas
de escribir aunque no sepa qué decir.
Estoy a punto de dejarlo. Recibo respuesta
de Stella. Viene Lari. Tarde para avisar.
Qué pena. Sigo con nimiedades. Será
mejor que me concentre en el café, que
se está enfriando. Acabo de probarlo.
¡Casi me olvidaba de escribirlo! Al final,
nada bien. Mi relato cronológico, va
perdiendo exhaustividad; y el café,
temperatura.

13.2.08

Cosas de Sofía y filo…

"El mundo descansa de noche de las cosas que las personas le hacemos de día… Bueno, en la mitad del mundo…".

"Si el mundo gira para un lado y nosotros caminamos para el otro, es como una cinta de caminar del gimnasio: y si caminamos para el mismo, ¡es como si estamos persiguiendo conejos!".

3.2.08

Blog

Hola.

Me dijeron que ya no te quería, que te había abandonado, que no me importabas. Pero lo cierto, ya lo sabrás con lo que has llegado a conocerme en estos años, es que no podía hablarte. O peor, podía hablarte pero no decirte.

Creo que por fin, hoy es el día en que puedo volver a buscarte.

Entonces, hola.

¿Cómo estás?

Yo muy bien, la verdad. Supongo que lo del movimiento neuronal continuo es inevitable. Me gustaría que fuese tan automático como respirar, pero no; por ahora, no.

Y del resto, qué te puedo contar. Poco podría pedir. No me atrevo.

El miedo es algo complicado.

Llueve demasiado como para andar por ahí. Hace frío y nos hemos refugiado, cada uno en su covacha con sus cada quienes. Y yo, he aprovechado este huequito para reconectar.

Entonces, hola.