7.7.09

A mis compañeros de diversas realidades

No fue fácil
ni difícil.
No hubo sombra...
más bien luz
pero no toda...
más bien
unas bocanadas de aire removiendo
el humo de la memoria.
No fue mucho,
fue bastante...
más bien poco,
aunque bueno,
escuchar nombres propios vibrando
en las cuerdas de frecuencia conocida.
Por un rato,
fue volver a acomodarme,
gato en el almohadón de siempre,
bajo el rayo de sol
frente al paisaje habitual
y ronronear de gusto...
dejar que el cuerpo busque la postura sabida.
Fue más bien suave...
como gorriones madrugadores
en la copa del àrbol...
como despertar
bajo la sombra de sus hojas titilantes
al pasado,
al futuro...
más bien al presente de quienes fuimos
y seremos siempre,
de un modo u otro,
faderianos.