10.11.12

¿Son malos los blogs y son buenas las redes sociales?

Me interesa más que nada el fondo el fondo más profundo de las cosas; el por qué más subyacente, el último por qué, libre de adornos, anuncios publicitarios, imposiciones... Supongo que por eso me puse a pensar en estas cosas mientras escuchaba, en una conferencia de TICs para la Paz, a distintas mujeres que habían encontrado en los blogs y las redes sociales un camino de éxito.
Estoy cada vez más convencida de que los blogs -como los martillos, los lápices, las tijeras o los bisturíes- son una herramienta. Escuché a Gloria Bonder decir, y me gustó la idea, de que los blogs son también "un espacio cultural". Creo que efectivamente los blogs en su conjunto definen un espacio donde movernos, ya sea como creadoras, lectoras, comentaristas, analistas o documentalistas. Un espacio, por supuesto, interconectado con otros espacios virtuales y reales, personales, sociales, comunitarios y globales.
En ese espacio contamos con herramientas para, según se mire, informarnos, informar, organizarnos, pensar conjuntamente, etcétera.
Y como las personas somos todas diferentes, hacemos también un uso diferente de estas herramientas y nos movemos de forma diferente en este espacio.
Empieza a crearme algo de rumor interno esa presencia constante de bloggers en los debates públicos. Se les presenta como modelos de éxito, los ejemplos a seguir y prueba de los efectos benignos de las tecnologías en nuestras vidas.
Nos plantan a estas, y estos, bloggers para que nos cuenten las maravillas que han conseguido con sus diarios digitales y es más habitual de lo que me gustaría el escuchar a moderadoras y público aceptando sin más cuestionamientos su presencia en esa mesa como un ejemplo de las sociedades-como-deben-ser.
Escuchamos sus orígenes anónimos, su desarrollo personal y profesional y su influencia en los procesos de cambios sociales. Y hasta ahí no puedo estar más de acuerdo en que suele tratarse de gente muy interesante. Coincidimos mayormente en los fines y los argumentos y me alegro de sus logros.
Pero no hay diferencia entre ellas y las personas que producen estos cambios trabajando en la radio, escribiendo libros, pintando cuadros, trabajando en el grupo de vecinas del barrio, dirigiendo una multinacional o gobernando un país. La red social, el blog o el twitter no son más que una herramienta en su plan.
Lo mismo que ellas, con menos cables, hizo Rosa Parks; y no me digan que sus logros fueron más limitados. Y lo mismo hicieron Nelson Mandela, Flora Tristán y hsata el propio Jesucristo, cuando no existía ni siquiera papel y bolígrafo para difundir su mensaje. Y Mahoma y el Dalai Lama y Buda y mucha gente que era normal y una más, hasta que dejó de serlo. Y no había redes sociales tecnológicas.
Toda esa gente, y muchísma otra, tenía algo en común: "un objetivo muy claro y gran iniciativa".
Es evidente que sus ideas no siempre eran similares. De hecho, en muchos casos sus objetivos han sido y son absolutamente opuestos entre sí.
Y otra gente como esa, con objetivos claros y gran iniciativa, y con ideas tan dispares, está hoy en las redes sociales, haciendo uso de estas herramientas y paseando  por este espacio cultural. Algunas me gustan y otras no, incluso me enervan sus propuestas.
Por eso, al mismo tiempo que reafirmo mi coincidencia ideológica con muchas de las bloggeras de la primavera árabe, de Ciudad Juarez o de la RDC, me niego a aceptar el silogismo falso de: un blogger es bueno, ergo, los blogs son algo bueno. Una activista en las redes sociales es buena, ergo las redes sociales son buenas.
Las redes sociales y los blogs están llenos de gente malintencionada o bien intencionada; más o menos confundida; plena o carente de toda intencionalidad conciente; gente que simplemente piensa distinto a mí y que no cree, no conoce o denigra el feminismo, el desarrollo sostenible, el buen vivir, el decrecimiento, la justicia social, la igualdad, la paz, la libertad, etcétera.
Por lo tanto, insto a quienes organizan estas bien intencionadas reuniones a replantearse cuál es el fin de convocar a estas personas a una mesa de debate. ¿Ejemplo de buenas prácticas? Vale, pero cuidado con extrapolar ese buen hacer a toda la red de redes. Una vez más, cuidado con generalizar.
Mis propuestas:
- Que los análisis sobre redes sociales incluyan una muestra más amplia y diversa.
- Que no se categoricen moralmente las redes sociales y los blogs (ni entro en el planteo de qué valores son válidos), ya que, como cualquier herramienta carecen de moral.
- Que se evite caer en la tentación de responder a la pregunta de si las redes sociales y los blogs son buenas o malas, algo imposible e inútil responder.
- Que se promueva un uso crítico, consciente, informado y responsable de las redes sociales y los blogs.
- Que no se preconice la necesidad de "estar" sino de hacer uso de las redes sociales y blogs sólo si son útiles para nuestros fines. De las usamos sin fines clares, servimos a los fines de alguien más.
- Que , una vez más, mantengamos la necesaria alerta permanente para seguir siendo, o empezar a ser, nosotras quienes controlamos a las herramientas, y no al revés.
- Que, una vez más, mantengamos la necesaria alerta permanente para seguir moviéndonos en, empezar a movernos en, o salir de los espacios culturales que nos interesan y hacerlo a nuestra manera.

2.11.12

Amerika

En un lugar llamado Amerika, los marcianos van de rebajas a Nueva York. Los rubios desayunan café negro vestidos con vaqueros, en cueros, y sonríen. Las chicas se enroscan en sábanas o visten las camisas de los rubios y también sonríen con los ojos entornados y los labios temblorosos.
En un lugar llamado Amerika, las guerras son por tu bien; los árabes, peligrosos; los judíos; buenos; los negros, fieles como los perros.
En un lugar llamado Amerika, las mujeres lloran a solas en la cocina, se secan las lágrimas y se asoman a la puerta del jardín de atrás agitando manoplas al grito de "¡iuju!". Los niños y las niñas que juegan en los columpios se acercan corriendo a comer galletas. Los hombres que preparan la barbacoa levantan la mano con el tenedor en un gesto de saludo. Las mujeres con manopla les tiran un besito, fruncen la nariz y sacuden los hombros antes de suspirar y volver a entrar en casa con la bandeja vacía.
En un lugar llamado Amerika, América no es un continente rico y fuerte, sabio, joven, independiente... Sino un país habitado por seres que sueñan que son libres.
En un lugar llamado Amerika, los jefes mandan más que nadie. Nadie se da cuenta pero no hace nada para impedirlo. Nadie sabe cómo hacerlo, pero teme asumir las riendas. El jefe le ha enseñado a temer todo lo diferente. Nadie prefiere seguir siendo nadie a enfrentarse a la idea de ser alguien diferente, aunque desconocido.