13.9.15

Apodos

Rara, pervertida, puta,
mental, aburrida, indefinida,
cobarde, valiente, mojigata,
fea, tonta, todopoderosa,
hermosa, Frankenstein, sexual,
inútil, sin sangre, sanguínea,
escandalosa, tímida, buena gente,
condescendiente, dependiente, independiente,
gaucha, alemana, rusa del campo,
inglesa, inmigrante, vasca, argentina,
pija, hippie, cheta, sucia, tibia,
metódica, inteligente, creativa,
nostálgica, romántica, dura,
divertida, torpe, chistontera,
peleadora, manolarga, pacifista,
cuatrojos, miope, visionaria,
cariñosa, buena madre, mala madre,
obediente, rebelde, complicada
he sido y seré, o no habré sido...
según los ojos de quien me ve,
tenga que ver, o no, con lo vivido.

3.8.15

Savia gente

Sabia es la gente
que sabe que hay que huir
y huye.
La que no tropieza dos veces
con la misma piedra.
La gente atenta, paciente.
La que asombra
cuando asoma
de la sombra.
La que dice lo que hay que decir
aunque no sea
lo que se espera oír.
Es sabia la que usa toda la harina
necesaria y ni una gota más.
Sabia es la que sabe disfrutar
del amargor en cada trago,
del picor en cada herida,
de la vergüenza pública,
que la privada es pura pista.
Saber le sobra a la gente
que no se pierde una clase
ni por la fiebre del consumo,
ni por la plaga de langostas
en su lucha descarnada
por un lugar en la cima.
Sabia es la que no pierde oportunidad
de ver caer la tarde
a sus pies y los del mundo
justo antes del despliegue
de cada anochecer
sentada quieta y en silencio
con los ojos cerrados
y la piel abierta.
Sabia es la gente mansa,
que no sumisa.
Sabia es la gente savia
que nutre, enardece y espabila.
Sabia gente savia
que cura, recuerda y asimila.

Todo lo demás
es pura inteligencia.

Gata

Vagar nocturna por su territorio.
Lamerse las patitas.
Subir al punto más alto
sólo para mirar el mundo abajo.

Horas para tumbarse al sol.
Un juego frenético de persecución
sólo si tiene ganas.

Dejarse sorprender.
Acechar.
Centrar la mirada en la silueta
que nadie más ve.

Ablandar la cama con las uñas
si hace falta.
Sacar las garras
si ya no quiere más.

Morder cuando hace falta.
Lamer sólo cuando ella quiere.
Dormir dándole la espalda
de pura confianza
cuando haya decidido
traslucir el alma.

Volver

Vuelvo ya a la pampa húmeda
para ver y recordar
quién fui quién soy, somos, sos;
hacer balance y saldar;
recargar pilas y tintas;
nombrar y ser renombrada;
regar de los pies raíces
y cosechar buenos vinos;
pintarme la cara murga,
el corazón son de tango,
la cintura candombera,
los tobillos barrilete;
reírme de vos con vos;
franelearme las orejas,
relamerme con la lengua;
entretejerme los lazos
con sangre de mis cosangres,
espejos retrovisores,
y una hinchada quilombera,
que no deja, que no deja
ni dejará de alentar.
Una luz del alma, faro,
un sagrario, siempre luz;
un boceto, una entrevista,
un cuadro,
     un taller,
                  mate
sin jaqueca ni sin jaque;
muchos mates, un abrazo,
     incondicional
          e incombustible.
                    Vuelvo al sur.

3.4.15

Favorito o retwitt

Hablan por la radio del twitter. Dos personas (un hombre y una mujer) usuarias habituales de esta herramienta on line explican a una tercera (un hombre) conceptos como Favorito y Retwitt.
"Favorito es que te gusta pero no tanto como para compartirlo en tu perfil. Retwitt es cuando lo compartes en tu perfil", dicen. "O sea que favorito es un poco más egoísta", reflexiona el aprendiz.
Entre los tres, llegan a la conclusión de que ya que cuesta lo mismo hacer un retwitt que un favorito, mejor ser generosas y hacer un retwitt.
En definitiva, los valores que se esconden detrás del uso de twitter para estas personas son la generosidad (o las apariencias y ahora diré por qué) y la comodidad. Si no fuera igual de sencillo hacer un retwitt que un favorito ¿lo harían aunque fuese más generoso? ¿Es generoso asumir como propias las convicciones de otra persona por no parecer egoísta o es más bien borreguismo? ¿Qué rentabilidad social ofrece un favorito? ¿Y unretwitt? Si yo retwitteo mucho me retwittearán más. Por lo tanto, retwitteo porque está bien visto, porque lo contrario es percibido como egoísta -y no quiero que me llamen egoísta- y porque me cuesta lo mismo.
Si me preguntaran a mí, diría que un favorito es como "qué bien te queda esa camisa" y un retwitt "me pondría esa camisa que tú llevas". Yo entiendo un favorito como una forma de respecto y una cierta afinidad con lo dicho, mientas que un retwitt habla de una identificación plena, que lleva incluso a una autodefinición publicando ese mensaje en el propio "perfil" (cuidado con las palabras, que las cargan el diablo y las agencias de big data").
Twitter nos presenta ante el mundo, nos define y nos explica como personas, como cualquier otro escaparate social. ¿Caben allí la comodidad y el bienquedismo? Pues parece que sí.
Me preocupa que la alfabetización tecnológica de quienes se acercan nobeles a estas herramientas esté en manos de gente que la entiende y la explica de este modo; gente que multiplica su mal uso (el que favorece al sistema alimentando una ciudadanía pasiva y carente de mirada crítica) y cancela cualquier posibilidad de que las redes sociales sean herramientas de cambio. Ya que están allí, podríamos usarlas para algo más que para quedar bien, siempre y cuando no altere demasiado nuestro huequito en el sofá.

2.4.15

Loba en primavera

Hocico ansioso
patas inquietas
aullidos que buscan eco.

Las orejas erectas.
La piel erizada.
Localizo a la manada
que huele igual que yo.

Puede que no sepa quién soy
pero conozco a mis iguales;
sigo mi olfato.

La gente cambia muy poco.
Cambian los papeles,
las gestiones,
las tarjetas,
los correos.

Cambiamos de lugar,
de horario,
de grupo.

La gente, no.

Puede que aún no sepa quién soy
Pero sé con quién no quiero estar.

Y gracias a la madre loba
que habita en mis ovarios
sé con quién quiero cazar
en esta primavera
que pinta el bosque de verdores,
revuelve a los pájaros
y multiplica a los peces.

21.3.15

Solo para entendientes

Tus acusaciones son muy graves.
Tus palabras, agudas e hirientes.
Y tu mente, definitivamente esdrújula.

A buscar otros vocabularios parto.

3.3.15

Luna miente

La luna miente en el hemisferio norte
decrece en C y crece en (C al revés).
Asi me lo dijo uno
que otro le dijo
que es como estas cosas suelen saberse.

Pero en el hemisferio sur
la luna no miente.

En el hemisferio sur
la luna desmiente.

Así que en caso de duda
ya sabés a qué atenerte.
Si pensás que no es verdad,
que afirmo algo inexistente,
caminá recto hasta el Ecuador
seguí bajando y esperá;
después de la luna nueva
preguntale al cuarto creciente.

6.2.15

Tercer premio de Purorrelato II

Este enlace lleva a la publicación del Concurso Purorrelato II de Casa África. Un relato mío, Meditación, salió tercero; y otros dos, Bicicleta y Fotografías, entre los 50 mejores. Estoy muy contenta.
Muchas gracias a Casa África y a la gente querida que me apoya en este camino poético.

2.1.15

Fuego nuevo

La melena ardiente del tiempo se desliza entibiando el mundo.
La piel seca y escarpada de la Tierra se deja hacer. No puede evitarlo y no lo haría.
Después vendrá el frescor oscuro del tiempo. La piel seca y escarpada de la tierra se dejará hacer otra vez. No puede evitarlo y no lo haría.
A veces, muchas veces, pasan cosas que no dependen de nosotras. La madre naturaleza sabe hacer.
Se puede medir el tiempo pero no controlarlo. Él camina constante arrastrando su cabello, acariciando cada célula planetaria. Sus pies no flotan, avanzan en contacto con la superficie llevando el día y después la noche, el día y la noche, en su melena.
Para las personas el tiempo se mide en años y los años empiezan oscuros, en plena noche. Después se va iluminando y calentando poco a poco. Es el tiempo, el pelo, el fuego.
A veces se nos queda pegado el cansancio de la noche iniciadora, la común celebración del final y la posibilidad. Entonces puede que  falte la energía para empezar el día después, la celebración de lo concreto y compartido. Pero el día uno no es más determinante que el veinte o el cien.
Solemos centrar la atención en ese primer día del período medido, solo un espejismo de orden, pero el segundo día ya no cuenta. Habiendo aprendido que lo importante es llegar primero, desmerecemos todo lo que venga después. Acumulamos refranes sobre empezar con buen pie y acabar bien. Pero el tiempo camina igual el día que la noche, el día que la noche.
Rojo y negro su cabello se arrastra sobre arena, piedras, mar y selva, núcleo y humanidad. No pasa de largo por nada. Paso a paso constante, lento, inmutable.
Nosotras enredamos las cosas y las sombras. Y confundimos el ahora con hacer locuras. Cada momento, acariciado por la inexorable cabellera, vale igual que el anterior y el posterior. Así que me desafío a centrarme en el día dos, el minuto ocho, el mes catorce; en todos y cada una de los hebras pelirrojas y morenas. Bailando en corro con la Tierra y sus habitantes, me propongo disfrutar de esa caricia.