3.8.15

Savia gente

Sabia es la gente
que sabe que hay que huir
y huye.
La que no tropieza dos veces
con la misma piedra.
La gente atenta, paciente.
La que asombra
cuando asoma
de la sombra.
La que dice lo que hay que decir
aunque no sea
lo que se espera oír.
Es sabia la que usa toda la harina
necesaria y ni una gota más.
Sabia es la que sabe disfrutar
del amargor en cada trago,
del picor en cada herida,
de la vergüenza pública,
que la privada es pura pista.
Saber le sobra a la gente
que no se pierde una clase
ni por la fiebre del consumo,
ni por la plaga de langostas
en su lucha descarnada
por un lugar en la cima.
Sabia es la que no pierde oportunidad
de ver caer la tarde
a sus pies y los del mundo
justo antes del despliegue
de cada anochecer
sentada quieta y en silencio
con los ojos cerrados
y la piel abierta.
Sabia es la gente mansa,
que no sumisa.
Sabia es la gente savia
que nutre, enardece y espabila.
Sabia gente savia
que cura, recuerda y asimila.

Todo lo demás
es pura inteligencia.

Gata

Vagar nocturna por su territorio.
Lamerse las patitas.
Subir al punto más alto
sólo para mirar el mundo abajo.

Horas para tumbarse al sol.
Un juego frenético de persecución
sólo si tiene ganas.

Dejarse sorprender.
Acechar.
Centrar la mirada en la silueta
que nadie más ve.

Ablandar la cama con las uñas
si hace falta.
Sacar las garras
si ya no quiere más.

Morder cuando hace falta.
Lamer sólo cuando ella quiere.
Dormir dándole la espalda
de pura confianza
cuando haya decidido
traslucir el alma.

Volver

Vuelvo ya a la pampa húmeda
para ver y recordar
quién fui quién soy, somos, sos;
hacer balance y saldar;
recargar pilas y tintas;
nombrar y ser renombrada;
regar de los pies raíces
y cosechar buenos vinos;
pintarme la cara murga,
el corazón son de tango,
la cintura candombera,
los tobillos barrilete;
reírme de vos con vos;
franelearme las orejas,
relamerme con la lengua;
entretejerme los lazos
con sangre de mis cosangres,
espejos retrovisores,
y una hinchada quilombera,
que no deja, que no deja
ni dejará de alentar.
Una luz del alma, faro,
un sagrario, siempre luz;
un boceto, una entrevista,
un cuadro,
     un taller,
                  mate
sin jaqueca ni sin jaque;
muchos mates, un abrazo,
     incondicional
          e incombustible.
                    Vuelvo al sur.