Vas cantando entre dientes a la felicidad.
Tus ojos se derriten al imaginar
el futuro que te espera.
Te inclinas ante lo pequeño,
te inmiscuyes en su vida
por puro placer
de hilar el vínculo.
Acaricias suavemente el pronóstico positivo,
el mapa imaginario que has trazado
para llegar al fondo de su corazón.
Y vas a saltar y vuelas.
Lo tomas fuertemente de la mano
para que te acompañe y no se pierda,
mirándolo a los ojos para confirmar
que está allí, presente, contigo, real.
Y aunque sabes que este es sólo un paso
y que después otros él dará
tú avanzas a su lado, lo acompañas
pendiende del momento de soltar.
18.2.11
1.2.11
Desnudez interesada
Esta exposición a la que estamos dispuestos no es gratuita, pero tiene su razón de ser.
Nos desnudamos frente a las miradas de mucha gente, desconocida e impredecible, a la cual mostramos nuestra realidad cotidiana, interior y deseada.
Y la gente recibe, responde, reacciona a veces mejor, a veces peor.
Y por qué dejamos que nos miren con ojos inquisidores ¿Por qué nos difundimos? Porque esperamos lo mismo de los demás: transparencia, sinceridad, respeto, comunicación.
Porque es el único camino posible.
Nos desnudamos frente a las miradas de mucha gente, desconocida e impredecible, a la cual mostramos nuestra realidad cotidiana, interior y deseada.
Y la gente recibe, responde, reacciona a veces mejor, a veces peor.
Y por qué dejamos que nos miren con ojos inquisidores ¿Por qué nos difundimos? Porque esperamos lo mismo de los demás: transparencia, sinceridad, respeto, comunicación.
Porque es el único camino posible.
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