Bueno, más o menos me imagino por dónde puede ir la cosa porque, en definitiva, siempre estoy con lo mismo. Esas ideas un poco locas, bastante ilusas y tirando a utópicas que me impulsan hacia adelante.
Me pasan muchas cosas todos los días; cosas que me reafirman en ese camino desquiciado, en el mejor sentido de la palabra.
Y aquí estoy, una vez más, invitando a creer en el amor, la paz y la libertad. Y no porque tengan un final feliz. ¡Qué va! Muchas veces incluso el trayecto es muy duro, según dicen quienes llevan kilómetros en él. Pero es que hay una sensación difícil de explicar porque solo se encuentra en ese exótico paraje. También dicen que, aun así, cuando te embarga es fácilmente reconocible y ya no hay vuelta atrás.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario