Es hora de preguntarnos:
¿Queremos sumar o restar?
¿Queremos entendernos o discrepar?
¿Queremos construir? Qué palabra tremendamente hermosa: construir.
Quizás sea hora ya de dejar de querer ganar y tener razón. Tal vez haya llegado el momento de preguntarnos cómo podemos sumar.
Por cómo nos han ido las cosas hasta ahora, creo que ha llegado el momento de sentarse y hablar a calzón quitado, es decir, con total sinceridad y libertad, en completa indefensión.
Es el momento de decir lo que necesitamos y escuchar lo que necesita otra gente y ver cómo se puede hacer para que todas las personas salgamos con decisiones positivas que en lo más hondo de nuestro corazón sepamos que son buenas de verdad; porque no hacen daño a nadie sino que benefician a todo el mundo.
Una vez, hace tiempo, leí o escuché o alguien me contó algo que considero definitivamente cierto:
Alguien pensó alguna vez en cómo resolver eso de saber si una decisión es la correcta. La forma de hacerlo es responder a cuatro preguntas:
¿Es buena para mí?
¿Es buena para quienes me rodean?
¿Es buena para mi comunidad?
¿Es buena para el planeta?
Si todas las personas sentimos que es así, es una decisión correcta.
Y ahora, toca ir probando, la teoría en pequeña escala. Empecemos de a una, de a dos, de a tres personas. Juntándonos sin pudor a preguntar y responder. A soñar y construir. Construir es algo así, según su origen, como "amontonar junto". Amontonemos pues juntos nuestros sueños para hacer uno.
1 comentario:
Una decisión es eso, ni buena ni mala.
Tiene que ver con el momento, con lo que nos pasa o que nos va a pasar.
Muchas veces están atadas a la tradición o al pasado, otra a lo que queremos del futuro.
Pero cada decisión tiene encerrado un secreto, mañana vamos a tener que volver a decidir.
Tal vez hoy veamos que es buena para mi, para quienes nos rodean, para nuestra comunidad, para el planeta; pero sabemos a donde nos lleva esa decisión? seguramente no.
Hacía mucho que no te leía, besos
Te quiero
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