10.4.07

Lejos

Ahora que la lejanía me dio calma, vuelvo a creer en la distancia.
No sé si es que clarifica, enfoca, lava, alivana o distorsiona;
pero hace sentir mejor.
las penas son menos penas;
los problemas, menos problemas;
el amor, mejor amor;
y el dolor, apenas un fantasma del que fue.
Ahora que calmadamente puedo pensar en vos,
sé que te quise más que a la alegría,
sé que hubiera querido quererte mejor y no he podido,
sé que prefiero tu sombra a mi destino
y que en tus manos siempre habrá un recuerdo
de lo que pudo ser,
una opción,
un camino sin recorrer.

CARTEO AMISTOSO

Vuelvo a encontrar en mi buzón multicolores papeles publicitarios que no me han interesado y descarté.
Pero no son exactamente los mismos, sino las copias que recibió uno de mis vecinos, al cual tampoco interesaron.
Mi vecino, hombre o mujer, joven o viejo, o varios de ellos, decidió que era mejor dejarlo en mi buzón que en la basura, con la tácita sugerencia de que sea yo quien se encargue de los desechos. Y ahora me toca a mí decidir.
¿Debo tomar venganza sosteniendo una cadena de agresiones? Y en ese caso, aún bajo la hipótesis de que mi buzón fue elegido más por cercanía física que por resentimiento, no puedo afirmar con certeza cuál es el culpable ¿El propietario del buzón de la izquierda, el de la derecha… o el de arriba quizás…
¿Cómo evitar que la sensación de injusticia e irritación se propague a otros vecinos? ¿Seré tal vez yo receptora, víctima, de esa rencorosa propagación?
¿Repartiré acaso la revancha entre múltiples buzones en nombre de una falsa equidad? ¿Por qué hizo lo que hizo quien lo hizo?
Elijo la empatía y estas palabras en sobre cerrado, buzón por buzón, vecino por vecino, nombre a nombre, en papel membretado para evitar las huellas borradas con el codo que tanto me irritan, y sólo por esta única vez, con la esperanza de que sea suficiente.