16.8.07

Voy a escribir sin borrador. Aquí estoy saltando al vacío porque creo que al final es lo único que vale la pena. No hay seguridad que garantice la felicitad.
Riesgos, los de todos los días, los de las grandes oportunidades, son los que hacen que esto vaya hacia algún lado y que no importe tanto si llega o no.
Insisto: amar vale la pena y el secreto está en el aire.
Son mis verdades; las brújulas que me orientan en los momentos de duda. Son las convicciones que dan sentido a lo que hago, aún cuando no consigo serles fiel.
Y sí, son riesgos, terribles, dificilísimos y en la mayoría de los casos incomprensibles para quienes miran desde otro lado lo que hago. Pero ahora no hay más, le guste o no a quien sea.
Algunos pocos lo saben: no sé vivir de otra forma. No conozco otro modo de amar que darlo todo. No creo en lo que no me hace sentir satisfecha de mi misma. No quiero dedicar tiempo a lo que no me parece vital; no sobra. No estoy dispuesta a dejar de soñar y confiar, amar y confiar.
Necesito creer en la gente y que de vez en cuando la vida me sorprenda con buenas noticias.

1 comentario:

Omar Feola dijo...

Titanic (por lo de transatlantico; pero hundido)Hay hay hay, algunas veces me cuesta decifrar (te) tus pensamientos; pero te puedo ir llenando la pileta, o buscar una red o tal vez un colchon magnético o que se yo que se pueda inventar.
Salta, tranquila o no, no importa, salta que buscaré la forma de que no salgas muy lastimada o por lo menos estar lo mas cerca posible.
Lastimar, siempre nos vamos a lastimar un poquito. Prometo soplar mientras te curo con alcohol, o regalarte un caramelo...
Quisiera poder ser mas sabio; pero es lo que tengo y lo que puedo dar.
Te ofrezco mi sonrisa sin dientes, mis abrazos con artritis, y mi mirada con lentes. Siempre que pueda ayudarte, te doy lo poco que tengo pero no dejes de ser vos, tal cual sos, no hay otra forma de quererte...