29.5.05

Buena suerte, mala suerte, quién lo sabe

Después de mucho ajetreo, me dedico a volver a escribirles.
He estado ocupada. Casi todo cosas lindas. No puedo quejarme. Estoy involucrada en proyectos y tareas que me hacen sentir bien, útil, buena persona...
Sin embargo, por momentos tengo esa terrible sensación... Después de tanto bueno, qué viene. Es cierto que ya venimos de tiempos bastante peores, y que cada uno construye y destruye su propio destino... pero también el de los demás. Y que tantas veces que creía encontrarme en el camino correcto me sorprendía un evento que me hacía cambiar de opinión.
También tengo la sensación de que las cosas siempre cuestan más de lo que valen y que cuando llegan no son tan disfrutables como un creía que serían.
¿Conocen el cuentito del chino que siempre contesta: "Buena suerte, mala suerte, quién lo sabe"?
Hoy alguien me dijo algo que me parece fundamental: "Como el objetivo puede no ser el deseado, siempre que se elige un camino hay que pensar en qué nos parece el recorrido, porque nunca se sabe a dónde llegaremos". Disfrutar el camino, el día a día, cada paso. Tantas veces escuchamos frases de este tipo y las olvidamos en un abrir y cerrar de ojos. Todos los días intento recordarme la importancia de disfrutar el aire que pasa y se va. Una vez más, un nuevo intento.
No se pierdan ni un segundo. El mundo es nuestro y de nadie más.

No existe ser con la autoridad para decirnos qué debe hacernos feliz y limitarnos el disfrute. ¡A vivir!

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