14.5.14

Desierto de hielo

Blanco, mudo, inamovible
un desierto de hielo
se tragó el deleite.

Rebuscando.
Marcada a cuchillo
la promesa de voluntad.

Soldado el pico en la mano,
engrilletados los tobillos,
dispuesta a la pena.

El abismo blanco y mudo
es aterrador.

Puede que nunca vuelva
a crujir la grieta donde
extraer el gozoso líquido.

Puede que nunca vuelva
a sonar el plasma
y que no vuelva a decir.

Es posible
que se haya ido para siempre
la luna llena de las palabras.

Pero refiero la cicatriz,
la silueta diluída bajo el témpano,
las rodillas rojas,
al hielo

Entonces,
aquí estaré
                   buscando
cuando nada suceda.

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