29.10.09

Con el alma hecha carne

Éramos tantos, tan buenos, tan poderosos.
Teníamos tantas ganas y tanta sensación de eternidad.
Hoy la lucha es de cada uno, desde cada rincón.
Y es más difícil no desviarse del rumbo.

Pero ay! cuando esa canción te anuda la garganta,
ay! cuando esa poesía te llena el pecho de fuerza,
cuando esa frase de aquel autor te inunda los ojos de sal.

Atesorar ese sueño, conservar esa energía,
darle forma y marchar, abracadabra, golpe a golpe,
por prepotencia de trabajo, porque vale la pena,
con el corazón desangrado y las manos vivas,
codo a codo a la distancia.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

No pares jamás...
Dreamer

Greta Frankenfeld dijo...

Vos tampoco!
Gracias.