17.1.05

Constituyendo la Constitución

El año que comencé a estudiar para periodista, el Gobierno argentino decidió reformar la Constitución nacional para facilitar la reelección al entonces presidente Carlos Saúl Menem. Era el año 1994. Estos diez años, como estudiante, como profesional y como ciudadana, nunca he utilizado este “documento esencial”. No la use nunca, ni siquiera para consultar los detalles de alguno de mis derechos u obligaciones. Me pregunto si es que no surgió la circunstancia; si su contenido no contempla a los ciudadanos, por más paradójico que parezca; o es que la Constitución tiene, en la práctica, tan poco valor que no vale la pena ni referirse a ella.
Hoy vivo en el viejo continente y me pregunto qué pasará con la nueva Constitución europea. ¿Estaremos informados como para decidir si esta nueva ley de leyes nos representa y dignifica como ciudadanos? Aún no sé si se trata de una de las decisiones más importantes de los últimos años o de otro acto político sin más objetivo que garantizar al poder a los poderosos. Al fin y al cabo, supongo, depende de nosotros.

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