Los sonidos, todo suena, y como suenan las palabras que resuenan
en mi oído.
La palabra desbarata las baladas. Roncan, rugen, gritan, aman.
Pero no todo suena y sólo suena. Hay detrás de la cortina soniditos
más complejos. El valor de las palabras está en su albergue y detrás
de su sonido.
¿Cómo hablo yo? ¿Cómo hablás vos? Ni el Word me reconoce las
palabras. No soy yo. Pero en el fondo estoy. Mis sonidos son los tuyos,
mi relleno es sólo mío. Y aunque te suene simpático, a mí me suena
fatal.
No soy, no estoy, no vivo.
Yo.
Sueño, deseo, comprendo.
Yo.
Camino, sigo, siempre sigo.
Yo.
Me identifico, no me reconozco.
Yo.
en mi oído.
La palabra desbarata las baladas. Roncan, rugen, gritan, aman.
Pero no todo suena y sólo suena. Hay detrás de la cortina soniditos
más complejos. El valor de las palabras está en su albergue y detrás
de su sonido.
¿Cómo hablo yo? ¿Cómo hablás vos? Ni el Word me reconoce las
palabras. No soy yo. Pero en el fondo estoy. Mis sonidos son los tuyos,
mi relleno es sólo mío. Y aunque te suene simpático, a mí me suena
fatal.
No soy, no estoy, no vivo.
Yo.
Sueño, deseo, comprendo.
Yo.
Camino, sigo, siempre sigo.
Yo.
Me identifico, no me reconozco.
Yo.
2 comentarios:
Me há gustado blog, está tu cara, es como verte a ti mas de cerca, muy bien!
Besos,
Ronaldo Candin.
Gracias, nene.
Un beso!
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